Tres poemas

Abdellatif Laâbi

 

Yo no me siento de ningún país
dice ella
No tengo raíces en ninguna parte
Tal vez allá
cuando yo me ponía a golpear
las rejas de la separación
sentía que tenía una patria
dentro de tus manos
condenadas a la ausencia
Y ahora
viviré en cualquier parte
donde esta patria
no se apague con tus manos


de Se muere el sol (1992)


 

 

Los derrumbamientos
(fragmento inicial)

Mira amor mío
este mundo que se derrumba
a nuestro alrededor
dentro de nosotros

Aprieta bien mi cabeza contra tu pecho
y dime lo que ves
¿Por qué este silencio?
Dime simplemente lo que ves
¿Caen las estrellas contaminadas
del árbol del conocimiento
Nos cubrirá pronto
la nube tóxica de las ideas?

Dime lo que ves
¿Ya están quemando los libros en las plazas públicas
Están rapando la cabeza a las mujeres antes de lapidarlas
Hay procesiones de hombres encapuchados
blandiendo cruces y sables
Por qué este silencio, amada mía
Estamos en una isla flotante
o navegamos encima de un torpedo
Estamos solos
o encadenados a otros hermanos de infortunio
Qué día es hoy
Qué hora es?

Aprieta bien mi cabeza contra tu pecho
y si puedes abre tu vientre y acógeme
en el crisol de tu fuerza

Hazme remontar el río
hasta la fuente de las fuentes
Méteme de nuevo en la vasija de vida
y vierte sobre mi fontanela
siete puñados de cebada
tarareando la canción de Fayrouz
la que tú cantas mejor que ella

¿Por qué lloras
Temes por el mundo
o por nuestro amor?
¿No puedes hacer nada por mí?
Entonces dime simplemente lo que ves
De qué mal se muere uno hoy
¿Qué arma invisible es ésta que extirpa el alma
y ese gusto sin igual por la vida
Qué caravana es ésa que devora sus camellos
y derrama sus odres de agua en la arena
Qué mago es éste
que convierte la guerra en un acto de amor?

¿Por qué ese silencio
Crees tú también que las palabras están tan mancilladas
que ya no sirven ni siquiera para preguntar cuál es el camino
Crees que ya no hay nada más que decir
y que mis pobres versículos
son sólo irrisión tras irrisión
Quieres que me calle
para dejarte mirar estos derrumbes
con la dignidad del silencio?

Aprieta bien mi cabeza contra tu pecho
méceme
En el capullo sedoso de tus manos
mi cabeza se hará muy pequeña

de El abrazo del mundo (1993)

 

 

 

 

 


¿Una ciudad
o su ficción
Un pueblo
o su rumor?
Ahí, delante del anfiteatro
esculpido por el mar
un caballo herido
espléndidamente enjaezado
implora el tiro de gracia
Estamos en una recepción mundana
y los convidados
incluidos los antiguos guerrilleros
han tenido que dejar sus armas
en la entrada


de El spleen de Casablanca (1996)

Los poemas han sido tomados de: Abdellatif Laâbi. Antología Poética. Edición bilingüe. Amelia Hernández y Aura Marina Boadas, traducción. Caracas: Monte Avila Editores Latinoamericana, 2004

fotografía tomada de www.bsz-bw.de/eu/lyriktage/ sieben/laabi.html


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