Diario de guerra

(selección)

 

Blanca Elena Pantin

 

En un momento dado en el centro del tablero
me abrí paso
y llegué a casa, a salvo
de salto en salto
sobre las metras
que ellos, mis hijos,
me tendieron
Así me salvaron de la guerra

***





Esta mañana con mi perra
tuve la certeza:
"Estamos en guerra"
el anuncio fue la belleza
nada de tanta luz
como ese día que juntas
caminamos por el jardín
sobre el silencio

***





Dimos una vuelta
en la más oscura hora de la mañana
cuando los árboles vuelven a ser árboles
iluminados, así, apenas por las lámparas
No había nadie
sino nosotros, en el carro
solos como la más desolada de las gasolineras
“Vamos a desayunar”, te invité
y entramos al café de la carretera
Compramos pan, el primero del horno
y lo llevamos a casa
de regreso

***






Un hombre entra al vagón con una lámpara abrazada
Otro le cede el puesto
El hombre de la lámpara
se sienta y la abraza
Es una escena de una fragilidad delicada
no es común
en todo caso
que un hombre ceda a otro su lugar
para que otro cuide lo que lleva en el regazo

***






Este intento
de asir
de decir,
es decir
no hay memoria que resista
la demolición continua
infinita
el verbo en pasado conjugado
“ahí había”
“allí hubo”

***





Lo bello dejaba al descubierto el horror. No sé bien cómo explicarlo, no era ése el silencio, en todo caso, de la calma, sino el silencio del espanto.

***




Blanca Elena Pantin. (Caracas, 1957). Periodista egresada de la Universidad Católica Andrés Bello. Entre 1990 y 1999 trabajó en El Diario de Caracas y El Universal del cual fue editora de las páginas culturales. Dirige una editorial especializada en narrativa escrita por mujeres. Es autora de los libros Poemas del trópico (1992, El ojo de la orca (1997), Diagnóstico y Días concretos (2003), Diario de guerra (2004).




Diario de guerra (Caracas: Cincuenta de cincuenta ediciones, 2004)

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