Poemas

 

Saúl Ibargoyen

 

 

Ladilla

Habita olorosas arrugas
y agrias entrepiernas.
Tal vez por eso
conozca mejor que los poetas
el misterio sin fondo
del amor humano.


De Bichario, 1999.







Perro

Cuando ladra
muerde con los ojos.
Cuando muerde
sus ojos callan
y no ven
el ajeno dolor.


De Bichario, 1999.







Pirañas

Son los dientes ardientes
y las avorazadas bocas
del río universal.
Se rebajan a lo humano
cuando comen y ensucian
las aguas donde aman
y respiran.



De Bichario, 1999.







Ladridos

¿Quién es ese otro perro
que ladra
en un dialecto que nadie conoce?
¿Por qué debe echar en los aires chirriantes
de cualquier ciudad
grito a grito los coágulos
de la última voz
de la última tribu?
¿Para qué están de pronto
detenidos los que escuchan?
¿Hacia dónde viajan o huyen
los que dicen que pueden comprender?
¿Para qué hay hombres que levantan látigos y cuchillos
y abren oscuras campanas?
Para qué quiere este animal
vaciarse así
de su canción desperrada?
¿Cuál es la fuerza
que alienta en sus babas sonoras
en sus tripas besadas por la sed?
¿Qué otros perros perdidos
se extinguen
en el silencio que gime
debajo de su piel?



De Grito de perro, 2001.







ARTE SILENCIOSA

NO SIEMPRE LAS PALABRAS
están bajo tu piel
como halcones dispuestos
a imprevistas cacerías.
Entonces tú partes sales a viajar
desde un silencio tuyo intolerable:
trepas a los autobuses tardíos
tropiezas con el agua
desprendida de las fuentes
miras nalgas como si fueran
frutos de una extraña
vegetación en movimiento
consultas el periódico fugaz
la voz volandera de muchísimas gentes
Y nada hay debajo
de tu piel:
ningún áspero susurro
ni un empujón de aire corrompido
ni perros que griten de hambre
de amor lejanía:
solamente memorias ensuciadas
por el uso
solamente recuerdos que no
te atreves a extender frente al sol.
Y te vuelves pues
a las casas que debes habitar
y chocas con sillas
y arrugas manteles
y quebrantas platos
y profanas cucharas
y como un ciego te pasas
las manos las uñas por el cuerpo
y aparece un sonido
que te ayuda a nacer.


De El poeta y yo, 2003







Saúl Ibargoyen. (Montevideo, 1930) Poeta, novelista, cuentista, traductor, periodista cultural, editor, coordinador de talleres de poesía. Sin desprenderse de sus raíces, mexicano por elección desde 2001. Ha viajado por unos 30 países de América Latina, Europa y Asia, a más de Estados Unidos y Canadá, en cumplimiento de diversas actividades en congresos, foros y seminarios de literatura y festivales de poesía. Su obra ha sido traducida al inglés, ruso, francés, polaco, portugués, bielorruso, alemán, esloveno, árabe e italiano, además de incluida (poemas, cuentos, ensayos) en varias antologías y muestras de la literatura uruguaya, mexicana y latinoamericana. Por su libro El escriba de pie recibió el Premio Nacional de Poesía “Carlos Pellicer” 2002, obra publicada. Obtuvo el primer premio en los XXXIV Juegos Florales de San Juan del Río, 2004, por su libro inédito ¿Palabras? Entre su obra poética publicada se pueden mencionar: El pájaro en el pantano, 1954; Un lugar en la tierra, 1960; Viento del mundo, 1971; Patria perdida, 1973; El sonido del tiempo, 1981; An early voice that moves the pebbles, 1981; Erótica mía: escribiré en tu espalda, 1982; Basura y más poemas, 1991; Versos de poco amor, 1996; Poeta en México City, 1996; Dispersions, 2002; El escriba de pie,2003;Entreversos, 2004.



Los poemas aquí presentados están tomados de:
Bichario. (1999). México: Ediciones del Ermitaño
Grito de perro (2001). México/Montevideo: Editorial Praxis/Ediciones Caracol al Galope.
El poeta y yo. (1956/2000). Antología. (2003). México: Edicones y Gráficos Eón.


 

fotografía: en Medellín, 2000.

 

 

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