ALGO
1.
Afirmar las pisadas extrañas sobre tierra extranjera
mi tierra—
hasta llegar a tener rostro.
Un árbol espinoso cobija el abismo de estancia,
mi cuerpo en una duración ajena—
la tierra, reacia—
la tierra que aún no sabe de cosmos
porque los despojos de la deaposesión se abren paso
bajo un cielo no domado que se erige en valla
Contra el umbral penumbroso y en vilo
golpean los nudillos apenas planetarios
2.
Donde la tierra se encuentra con la tierra
en este cuerpo
a chispazos torpes del fuego agazapado
algo se explaya entre grumos de ritmo
3.
Eres el equilibrio tú
mi posible extensión de la humareda de algo
4.
Trae la voz a nuestra voz
trae la forma a nuestro hacer
algo siempre al fondo de su reserva
castigando el olvido que lo abarca
5.
Tener piel
tener hasta el aire al entrar
a descampado en compañía
y contenidos en el espacio igual
crear el hábito sorprendente
y el habitar
en el entero exilio del instante y de siempre
cuando algo espacia y nos guarece
en la creación de un espacio habitado
6.
Resuena a través de la indiferencia rocosa
donde las pisadas abren signos,
Resuena a través del desasimiento irrespirable
donde la aspiración relega toda sombra,
Es casi voz
palpar la resonancia inescrutable
7.
Camino envolvente
llevarlo en la espalda
abarcarlo
con el primer gesto
Recoger con los pasos
los ecos hundidos
y acogerse al camino de siempre
Saborear la extrañeza de ir
escuchar la tierra
entre ruidos que atan el fervor caminante
Hasta desembocar
con el camino
en pleno día vertebrándose
De Acercamientos, 1963-1967
Antes de partir
Antes de partir
No te detengas a mirar
Esas sábanas en desorden
Yese vaso
Donde tantas veces uno ha bebido
Busca más bien
Los horizontes que puedas tejer como estambres
Los pájaros que comen sobre los hombros de los ciegos
Y esa ruta que te lleve
Como una escritura
De Por los respiraderos del día, 1980-1992
Entre escombros
Entre escombros de la ciudad sitiada
el paso que nos sobrepasa borra el dolor
a favor de los vientos traspasamos herrajes
traspasamos las sombras alisadas de polvo
las huellas disolviendo cenizas
se escapa el fondo cenagoso
quedan los cuerpos contra el espejismo
De Por los respiraderos del día,
1980-1992.
Alfredo Silva Estrada. (Caracas,
1933). Poeta, ensayista, traductor. Ha publicado los poemarios De
la casa arraigada (1953), Cercos (1953), Integraciones
/ De la unidad en fuga (1962), Del traspaso (1962), Literales
(1963), Lo nunca proyectado (1964), Trans-verbales I (1967),
Acercamientos (1969, 1977), Trans-verbales I, Trans-verbales
II y Trans-verbales III (1972), Los moradores (1975), Contra
el espacio hostil (1979), Variaciones sobre reticuláreas
(1979), Los quintetos del círculo (1978), Variaciones
sobre reticuláreas y Los quintetos del círculo (1982),
Dedicación y ofrendas (1986), De bichos exaltado
(1989), Acercamientos. Antología Poética (1992),
Por los respiraderos del día y En un momento dado (1999),
Al través (2000). Gran parte de su obra ha sido traducida
al francés, también ha sido vertida al portugués,
al danés, al inglés y al búlgaro. En traducción,
ha publicado casi veinte obras de otros poetas, entre ellos: Salah Stetié,
Georges Schehadé, Vahé Godel, Francis Ponge, Fernand Verhesen,
Pierre Reverdy. Premio Nacional de Literatura 1997 y Gran Premio Internacional
de Poesía de la Bienal de Lieja, Bélgica (2001).
fotografía: Iván González, 2005.
Cortesía de la Casa de la Poesía Pérez Bonalde.
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