II Ciclo

Adalber Salas

 

*

Algo muerde el costado de la noche.
-------- -------- -------- -------- --------No: algo muerde el costado de mi aliento. Abro los ojos. El techo se ahonda en su cansancio vegetal. El espejo no devuelve la mirada: absorto, hace anagramas con los signos de su insomnio. Nada se agita, nada parece inquietarse. Pero una fractura arde su camino a través de mis costillas
-------- --------y se me entraña
-------- -------- --------como persiguiendo una gravedad oculta. Un gusano que se retuerce y se estira buscando besar mi boca.

No me puedo mover. Hay un horizonte endurecido, un tajo lúcido en mi pecho. Hay una piedra que se inhala y se exhala roncamente,
-------- ------- --------- --------pulida hasta la nitidez más cruenta,
--------vertical sobre la cama, mi garganta, esta página.

En este instante algo me recuerda cuerpo,
-------- -------- -------- -------- -------- --------sol trunco:
-------- -------- -------- ------- ---------esta caligrafía dentada, rabiosa, que justo ahora le arranca nuevas orillas a mi respiración.







*

Este dolor se pronuncia hacia atrás,
-------- --------como el sonido arrugado de los pasos se desteje al salir de la casa,
-------- -------- --------como --avanza el -taxi --hacia -- la --clínica ---a contracorriente de la noche. Este dolor es un tacto enceguecido, cosiendo sus bordes a mi pecho. Una mano de polvo rojo, tatuada en los sótanos de mi respiración.
------- -------- ---------¿Qué se esconde en estos dedos que aprietan tanto bajo mis costillas? ¿quién se repite lejanamente, con voz deshabitada?

No sé a quienes viste mi cuerpo, ni qué gestos perdidos,
--------qué soles bajo tierra,
------- ---------trae amasados con llaga y sal de ayer. Pero son ellos los que se me clavan ahora, como un trozo de vigilia hambrienta, los que me imponen esta carne meridiana que oficia su ausencia.
------- --------- ------- ------ -----------Se arraigan, anudan su peso a mi espalda, duermen en mis pulmones lo que resta de sus muertes.

Necesitan ser absueltos de esa grafía que los confina a mis venas,
--------que algo desdiga esa memoria que se les filtra entre las rasgaduras del sueño y les ahueca los huesos. Necesitan que devore mis labios
------- ------- ----------hasta hacer de ellos
------- -------- --------- ------- -------- ---------transparencia.







*

Líquido en los pulmones. Eso dice la doctora, sosteniendo unos papeles nerviosos y cansados como ella. Habla, y mientras tanto busco un rincón que me refugie, la mancha que fermenta de mudez sobre el techo, la fisura en la pared que da hacia una habitación que no existe.
-------- -------- --------Pero es inútil: cada objeto se deja tallar por su aridez, erosionado quedamente bajo el brillo sonámbulo de la lámpara.
-------- --------Aquí todo es límite exasperado, piel de desgaste: todo estira sus manos hacia ningún después.

Son más de las 3 a.m. La doctora sigue ahí, quizá todavía se explica. No estoy seguro. El tiempo es una frase escrita contra su propio reflejo, una y otra vez, hasta la cal de la asfixia.
------- ---------Apoyo la cabeza sobre el respaldo de la silla, la hora sedimentada bajo las uñas, la mirada convexa de mi madre. Es ella quien me habla por momentos en este salitre que me roe. Sus ojos agotando mis venas
--------que copulan como serpientes bajo un miedo invertebrado.
-------- ---Su memoria, su desvelo encanecido en este deshilacharse de mis manos.
-------- -------- --------Por eso ahora siembro nieblas, ríos desandados en su espera: le devuelvo el limo afásico que le debo, que me debe.

Y me retorno, así, como quien recoge los pasos encandilados de su propia muerte. Para irme solo, ahogado sin haber visto una gota de ese mar secreto que llevo a cuestas.
-------- -------- --------Como si alguien me hubiera abierto murmullos en el pecho. Como si un olvido echara raíces en la respiración.
-------- ------La doctora ya no está. No la vi marcharse. Dejó sus papeles por error.







*

Esta madrugada apoya su frente asmática contra la ventana.
Y jadea, una vez tras otra, la garganta llena de piedras exhaustas:
--------un puñal se le hace hondo entre las costillas
-------- -------- -------- ------- ---------y no la deja descansar.
Ella sostiene esta vía de plástico que me muerde el insomnio. Ella da de comer al silencio que ulcera el revés de mi cuerpo. Ella deja abierta la puerta, para que así el frío me trepe el cuello y los minutos con su boca desdentada, siguiendo los dictados de una vieja sed.

No queda nadie. En esta madrugada sólo cabe la pared. Ahí, frente a mí, erguida sin dónde, afilada como un ayuno:
--------duración aterida que no soporta su peso
-------- --------y se derrumba sobre sí misma,
--------osamenta de un animal enloquecido de terror mineral.
-------- ------Nada la toca. Un vértigo es todo su envés, un hambre fósil la sostiene.
-------- -------- -------- --------Pero la nombro. Llamo pared a esa ceguera. Aunque nada en ella se convoque, busque abrevar en una voz.

Lo hago para asirme. Para clavar un vocablo, al menos uno, en ese fervor hostil,
-------- --------tan ruina, tan hueso agotado por la desnudez brutal de la podredumbre.
Y tal vez así ------ ----------apuntalar algo de esta noche a la deriva.







*

Aún no hemos aprendido a ser pronunciados
-------- -------- -------- -------- --------por esta luz áspera. La que abre el tajo de una simetría insólita, furtiva. La que arquea su espalda contra el desgaste del cielo, como pulso rasgado de presagios.
-------- -------- -------- -------- --------Bajo ella, el carro es apenas un grumo de noche sin consumir, la última sílaba de su edad.

Todo el rato miro por la ventana y pienso
-------- -------- -------- --------todavía nadie ha fundado esta ciudad. Cada edificio es una vértebra de aire ronco, cada calle un nervio a punto de grito. Y cada memoria quebradiza, un gramo de su médula exasperada.
-------- -------- -------- ------- ---------Todo levantado desde esta arcilla, piel de nunca: esta ciudad tiene la respiración dura de la afasia.
Esta ciudad es un cadáver que se sueña -------- ávidamente.

Hay que empezar dibujando cada fruto en su desnudez insomne, rotunda; no por la raíz mortificada de su historia.
------- ------- -------- ---------- --------Partir de esa otra Caracas apenas latido, cuyas grietas transitamos inadvertidamente,
------- ------- ------ ------------la adivinada en los pasos de los gatos, la dibujada a escondidas por nuestras sombras.
Y fundar un andamiaje de fugas sobre esa huella no saciada:
--------que Caracas se inscriba en un azar no nacido,
-------- --------en el siempre amanecer de su éxodo.







*

Eres otro cuando miras las llaves de tu puerta sin reconocerlas (como descubres que has muerto cuando tu mano ya no sabe encender una lámpara).
------- --------- -Aun así limpio la baba somnolienta que cubre la cerradura, y entro. El pasillo está repleto de una mañana vacilante, como un bostezo; nada le queda de la noche, que se llevaron los perros que la aullaban.
La casa me ha esperado sin dormir. Parpadea con lentitud, y su respiración espesa se ahueca en las paredes.
--------Sé que ha pasado las horas conversando con los ahogados que flotan en el espejo. Sé también que por consolarse ha palpado el musgo de algunos recuerdos,
------- ---------como quien tienta entre un instante y su desvelo la piel de una huida.
-------- -------- --------Atravieso la sala casi a oscuras, esquivando muebles que no están ahí. Sin fotos ni objetos familiares, con una mesa y alguna que otra silla, ahora un brillo oxidado le agrieta el piso y los minutos a la casa,

--------le dibuja la tregua cruel de su amnesia tras las paredes, bajo los párpados, sobre la frente. Hasta se le ha filtrado en las hendiduras de la voz: apenas balbucea su olvido.

Con la cabeza sobre la almohada y los ojos cerrados, la siento cambiar de lugar puertas y ventanas, mover pasillos, como un animal que se sueña.
-------- -------- ------- ---------Y justo antes de que me gane el cansancio casi puedo sospechar un pliegue, una cavidad donde algo se desdice:
-------- --------un nombre que se devora oscuramente.
-------- -------- -------- -------- --------Pero se me escapa, y de nuevo quedo solo con la certeza de que la casa me susurrará su sombra al oído mientras duerma.

 

 







Adalber Salas. (Caracas, 1987). Completó estudios de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello, teniendo sólo la tesis pendiente. Incluido en la antología La imagen, el verbo (UCAB, 2006). Ganador del II Premio Nacional Universitario de Literatura, mención Poesía, con el poemario La arena, el vidrio: ascenso en tres movimientos, libro que fue publicado por la Editorial Equinoccio en el 2008. Textos suyos han sido publicados en la revista El Cautivo, año 4, nº 32.

Poemas suyos en el cautivo n. 32

 

fotografía: cortesía del autor.

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