Notas rápidas en torno a Bellas ficciones. Samuel González-Seijas

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.- ¿Qué viene a ser «lo bello» en este nuevo libro de Yolanda Pantin? Parece entreverse la reconciliación de un sujeto poético con sus fantasmas: esas imágenes que lo han acompañado a lo largo de los años y que si venían o moraban en una zona difícil, oscura, terrorífica muchas veces, solo explorada con los instrumentos de la poesía, aparecen ahora como entidades integradas, aceptadas como acervo, como tesoro personal.

.- La materia memorable de una vida se ha vuelto tesoro, riqueza largamente esperada. Los terrores y temblores ante los misterios primeros, la muerte, los vínculos de sangre, el amor terrible y trágico que están en ellos, son valorados como contenidos que han alcanzado un nivel sagrado y que demandan en la subjetividad poética una relación reverencial y religiosa con sus imágenes. Todo el pasado se ha convertido en materia del alma (palabra tan alada, tan inasible), o también, o mejor, se han vuelto paisaje y altar, fuente de sosiego, de nueva luz y de armonía. Al fin, toda esa materia oscura que había aparecido desde el primer libro (Casa o lobo) ha encontrado lugar. Podría decirse que «ha hecho casa» finalmente, en una voz lírica sostenida durante décadas.

.- Lo «bello» en este poemario es aquello alguna vez terrible ahora integrado a la interioridad. Es el espanto de las pérdidas y de los nudos filiales hechos cuento celebrante, para el que los animales cruentos encuentran admisión: el lobo, el dragón, el vampiro. Esas imágenes que alguna vez fungían de símbolos de transacción con contenidos de enorme impacto sentimental y afectivo, parecen puestos en la tarea nueva de formar una suerte de fauna personal, fabulada y fabulosa (lo bello de toda ficción), de un paisaje personal y propio, en el que sus autonomías y sus fuerzas tienen voz desde la que construyen el ámbito único de una más vasta humanidad. Es ese lugar que estas entidades venían pidiendo desde antaño, sitio armonizado y armónico en el cual la subjetividad ha encontrado la forma perseguida (no el mero logro de un “estilo”) de entrar en comercio consigo misma.

 

 

 

Samuel González-Seijas. (Caracas, 1971). Escritor, editor de redacción del diario El Nacional. Con estudios en la escuela de Letras de la UCV, ha sido editor de periódicos (Reporte de la Economía, Meridiano, Así es la noticia) así como también ha participado en proyectos de sellos editoriales como Biblioteca Ayacucho, Mondadori, Alfa, Fundación Polar. Parte de su trabajo ha sido publicado en suplementos literarios (Verbigracia, Papel Literario). Fue coordinador editorial de los Libros de El Nacional durante seis años. Siempre con la lectura como ejercicio principal, coordina también iniciativas culturales por grupos de interés. Desde 2015, conduce el taller “El país de Yolanda Pantin”, actualmente lo lleva a cabo en los espacios de la Biblioteca Los Palos Grandes. Espesa marea es su más reciente título, publicado bajo el sello editorial La Laguna de Campoma.

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