viernes 31 de diciembre de 2021
Nudo gordiano. Selección. Whigman Montoya Deler
Mimosa sensitive
Tocabas sus hojas sorprendido.
Eras un niño curioso frente aquella rama
dedo y tallo
sin parpadeo.
Ella abría las hojas nuevamente
y reías.
Fuiste también adolescente
la rama replegada del contacto
tallo y noche te cerraron los ojos
para siempre.
Monotropa uniflora
Tú que te alimentas bajo tierra
y no conoces la luz
y eres más blanca que la propia luz
y das un toque a la tiniebla
así, vestida de novia
inclinada sobre tu único lado en flor.
Tú que eres el sonido nevado de una campana
en el silencio
dime: qué hacer con tanta oscuridad
cómo levantarme
apacible
entre tanta hojarasca de muerte.
Nudo Gordiano
Atados de pies y manos
un nudo en la garganta.
La pena, el hambre
o simplemente el amarre sobre nuestros pasos
en la colegiala: su cabeza y su cinta
o el nudo del kimono viril
devenido metal en la cintura espía
ese que te regula tras la puerta de tu casa
a la salida de tu patria o a la entrada.
Tantos nudos pueden ser tan intensos que desaten
pisemos los cordones
y no podamos agacharnos.
¡Tanto nudo gordiano debe ser cortado!
¡Tanta mano y poco filo!
Un Alejandro
da igual cómo se haga
pero uno grande
frente al que ató con astucia
a una isla
su lanza y su yugo
El zarcillo
El abuelo se hizo joven poniendo cercas
entre un campo y otro
entre dos casas
entre él y los otros
entre él y las mujeres del pueblo.
A veces era acorralado por muchachas espinas.
Él era bello y delicado cual zarcillo.
La abuela, una mujer tan segura
como una valla de esas que el abuelo fijaba
no lo dejó escapar.
Él, que siempre fue tan bueno juntando
postes en las cercas
no pudo mantener en pie su matrimonio.
Había levantado hacía sí su enredadera
semejante al zarcillo en la valla.
El abuelo, que dejó de poner cercas
limpió la suya.
Whigman Montoya Deler (Cuba, 1973). Licenciado en Letras por la Universidad de Oriente, Cuba, 2000. Master en Estudios Cubanos y del Caribe por la Universidad de Oriente, 2006. Ha sido profesor de Español como lengua extranjera por más de 14 años en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, la Universidad de La Habana y Tianjin Foreign Studies University, Tianjin, China, donde además impartió Literatura Española y Latinoamericana. Además, fue profesor de Historia de la Cultura de Iberoamérica y el Caribe en la Facultad de Español como Lengua Extranjera de la Universidad de La Habana (FENHI). Obtuvo una mención en la 16° edición del concurso de Poesía Luisa Pérez de Zambrana en el año 2001. Ha publicado El Lyceum y Lawn Tennis Club: su huella en la cultura cubana (2017), los poemarios El oscuro bosque de mis manos (2019) y Nudo Gordiano (Houston, TX: Ediciones Laponia, 2021).
Se publica con autorización del autor.
Fotografía: cortesía del autor.
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