Anotaciones sobre Lo demás es voz. Susana Strozzi

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Para acompañar a Kaira Vanessa Gámez en la presentación de su libro Lo demás es voz –junto y con Carmen Verde Arocha en Fundación La Poeteca– traigo esto que llamo Anotaciones. Anotaciones para acompañar, presentar…y conversar.

La primera tiene un título: La invitación.

Días después de leer el email con la invitación de Kaira recibí este precioso objeto: el libro.

Al abrirlo se produjo un pequeño choque: de los dos epígrafes saltó el nombre de Octavio Paz. Con el nombre del poeta me llegó el mensaje invertido, aquello que me había dividido al llegar la invitación, y suscitado el enunciado exclamativo: “Yo, una mujer de prosa!”, bajo el cual la enunciación se articulaba con la escritura de Sor Juana Inés de la Cruz. Más precisamente, con la imagen olvidada de una rúbrica con sangre que ella escribe bajo su nombre –“Yo, la peor de todas”– en la película que María Luisa Bemberg dirigió en 1990, con guión propio basado en el voluminoso Sor Juana Inés de la Cruz o Las Trampas de la Fe que Octavio Paz publicó en 1982 y sobre el cual me había lanzado de inmediato. Curiosamente, como “mujer de prosa” que indagaba entonces por los vínculos entre Historia, Vida, Obra –que es como reza el título del prólogo escrito por el mismo Paz– una “mujer de prosa” para quien Sor Juana había quedado como un eco adolescente que repetía “Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón», atrapada en la musicalidad de la redondilla y tal vez, quizá, como una figura en la sombra, la de una mujer en su biblioteca…»

La invitación, por su parte, me llegaba en tanto habitante del país del psicoanálisis, multilingüe y de geografía deslocalizada, en el cual Kaira y yo nos habíamos encontrado. ¿Qué decir, entonces, desde allí?

Estamos en la presentación de un libro de poesía; a lo mejor sería oportuno recordar, con Eric Laurent –destacado psicoanalista de la orientación lacaniana– que “la función poética revela que el lenguaje no es información sino resonancia…” y apunta a lo que Lacan llamó motérialisme, que encierra en su centro un vacío.” [1] El mismo Lacan se reconoce, en tanto analista, no poeta sino poema […] que se escribe pese a que tiene aires de ser sujeto.” [2]

Descartada, así, cualquier vana pretensión de hablar “desde” el psicoanálisis.

Una presentación, por otra parte –y eso incluye la función editorial– va dirigida al público, los potenciales compradores del libro, es decir, los potenciales lectores. Y eso va dirigido al espacio– el vacío si ustedes quieren– que se abre entre lo escrito y el lector. [3]

Es desde allí, finalmente, desde donde me autorizo a hablar como lectora, “Yo también una lectora.”

2ª. Anotación: Una lectura leyendo en lo que se escucha

El primer contacto con el libro se apoya en la mano y la mirada. Es el encuentro con la estructura del poemario, el pasaje de la mirada por la secuencia que va desde el Anteayer al Hoy y culmina “en el último cuarto de la casa” y el enigma de la carta recobrada; un recorrido que lleva a pensar –subrayo “pensar”– en la búsqueda de una clave temporal, esa que daría un nuevo sentido a la historia, abriéndose a la verdad oculta.

Es la trampa que el mismo psicoanálisis ha contribuido a armar. Efectivamente, en su versión popular –y es uno de los índices de su penetración en la cultura– ha practicado una suerte de desciframiento de la vida a partir de la familia, como si lo que uno encontrara en la vida fuera solamente distintas metonimias del padre, la madre, los hermanos, las hermanas… ha contribuido así a una suerte de “familiarización del mundo” en la que siempre hay algo que resolver en los vínculos familiares, como si en ellos hubiera algo para entender, como si en ellos hubiera siempre un problema no resuelto cuya solución ha de buscarse en lo escondido: historias de familia siempre habitadas por un secreto. [4]

En versiones más autorizadas e institucionalizadas –como las de los postfreudianos– entramos en los territorios de las curas interminables y las biografías que se cubren con el manto del “Psicoanálisis y…” para escudriñar en los vínculos de la creación artística, la producción científica, las hazañas históricas de corte militar o político y poniendo en primer plano la figura del autor.

Lacan hizo un corte y un aporte fundamentales cuando vincula el tema de la familia con la lengua. El punto de partida es que la lengua que cada uno habla es cosa de familia y por ello el lugar de la familia queda unido a la lengua que uno habla…

… entonces me pongo a escuchar.

En el Arte poética inicia una voz dice servirse de “los trozos perdidos con los que está hecha” para “librar la historia familiar en la escritura” y “abrir las puertas de una casa posible”. Es el secreto de Kaira, encontrado antes de comenzar un supuesto viaje temporal y donde el equívoco “librar” yerra como liberación para convertirse en libro, en objeto, en poemario.

Digo “supuesto viaje temporal” porque en el pasaje por el Anteayer, el Ayer, el Hoy y “el último cuarto de la casa” no escucho diacronía sino –leo– un trabajo con los nudos del tiempo, uno por uno: en el anteayer, buscando la voz allí donde le dijeron que oculta entre las piedras la esperaba, “al pie del río.” En el ayer, “juntando sin origen las migajas de mi lengua”, las migajas que prefiere a lo áfono de la voz que había consustancializado a la mujer con el silencio. Hasta el nudo del hoy, en ese “estoy a punto” donde la voz añade: “convirtiendo[me] en poeta” y, en lo que escucho, leo: “convirtiéndo[me]…en poema.” Aún no, pero “a punto”.
 
 
 
 
Notas
[1] Laurent, E. “La interpretación: de la verdad al aconteciento”. El Psicoanálisis, Rev.de la ELP, # 35.

[2] Lacan, J. “Prefacio a la edición inglesa del Seminario XI”. Otros Escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 600.

[3] Oz, Amos. Una historia de amor y oscuridad. Ediciones Siruela, Barcelona, 2005.

[4] Miller, J.-A. “Cosas de familia en el inconsciente”, Mediodicho #32, Córdoba, 2007.
 
 
 
 
Susana Strozzi. Psicoanalista, antropóloga y académica. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y de la Nueva Escuela del Campo Freudiano (NELcf). Licenciada en Ciencias Antropológicas (Universidad de Buenos Aires) y Doctora en Ciencias Políticas (Universidad Central de Venezuela). Profesora-Investigadora en la UCV, Coordinadora de la Línea de Investigación “Psicoanálisis y Ciencias Sociales” en el Doctorado en Ciencias Sociales, CEAP-FACES, UCV, centrado en el tema del malestar en la cultura en su forma contemporánea.
 
 
 
 
Texto leído en la presentación del poemario Lo demás es voz de la escritora venezolana Kaira Vanessa Gámez, publicado por Fundación La Poeteca el pasado mes de noviembre de 2022.
 
 
 
 
fotografía: Kaira Vanessa Gámez . Cortesía de la Fundación La Poeteca.

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