Poemas. Jorge Palma

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EL DOMADOR DE HUESOS

(evocación del contorsionista)

“Con todos estos huesos tengo que vivir”
dijo para sí el domador de huesos.
Para vivir entero, de la cabeza
a los pies, tengo que domar estos huesos,
colocarlos a como de lugar,
porque mañana, o acaso esta noche,
tenga que volver a la intemperie
mojarme como otra vez
y colocar con cuidado
cada hueso en la cajita.

“Con todos estos huesos tengo que comer”,
dijo para sí el domador de huesos

¿Habrá alguna vez una noche dada?
¿Cuándo tendré calor, medio plato
en la mesa, un tercio de cuchara?

Y agua que no caiga del cielo.
Y sed que no la repare
el agua de la lluvia.

No quiero para mí
agua de lluvia,
viento de temporal
calor de fogata.

El fémur derecho
afectado por la humedad.
De tibia y peroné, ni hablar;
falanges entumecidas
omóplatos que ya no están
en su lugar
mientras se detiene de a ratos
la lluvia
y los huesos vuelven a girar:
el brazo que se pliega,
la pierna izquierda…

Un acordeón de hombre,
un fuelle humano
entrando a la cajita;
un cubo loco y transparente,
un dado eterno
girando al azar por dos monedas.

 
 
 


 
 
 

BLUES DE LOS NIÑOS EBRIOS

Los niños ebrios del barrio
tienen la sangre encendida
y la cabeza loca como una fogata;
una fogata desdentada, desatada,
desencajada,
y tienen el nombre de su madre
tatuado en cada párpado
y siete nombres distintos de mujer
debajo de la lengua,
y un par de bares
en la mira telescópica,
tac tac tac…

Los niños ebrios del barrio
están bañados de alcohol
como los bizcochos violetas
de las panaderías,
y a nadie se le ocurre
cremarlos cuando mueren
como pájaros indefensos en las calles,
porque se incendiarían
las chimeneas de los crematorios.

Los niños ebrios del barrio
son racimos de uvas
caídos de golpe
de los parrales del cielo.

Son los niños racimos.
Son los niños ebrios.
Son las piedras negras
que caen del cielo.

Hay noches, muchas noches,
que estando solo en mi cuarto violeta
salen a borbotones
de los bolsillos,
bajan de mis cejas
saltan de mis párpados
se cuelgan de mis pestañas…

Entonces
salgo a la calle
y voy a buscarlos
en medio de la lluvia.

 
 
 


 
 
 

“hay por hacer un poema sobre un pájaro
que no tiene más que un ala”

Guillaume Apollinaire

BLUES DEL PÁJARO SIN ALAS

Hay por hacer un poema sobre un pájaro
que no tiene más que un ala, decía
Guillaume, el acrobático Apollinaire,
nuestro hermano mayor, herido en la cabeza
por la triste gracia de un obús.

Hay que hacer un poema monotemático
sobre un pájaro; decir por ejemplo:
“Hoy ha entrado a mi cuarto
por el costado izquierdo de la sin razón
un pájaro herido”

Hay que hacer un poema que no tenga
más que un ala.
Sigue siendo pájaro,
como la mesa de tres patas
sigue siendo mesa,
y el perro mutilado,
sigue siendo perro.

Para hacer un poema sobre un pájaro
que no tenga más que un ala
hay que empezar por creer
que es posible que un pájaro vuele
solo con un ala, es decir:
hay que inclinar la frente
hacia el lado derecho de la vida
donde canta el ruiseñor
y la luna duerme durante el día
en un garaje abandonado
de un suburbio.

Hay que seguir creyendo
que los truenos son pesados muebles
que alguien mueve en el cielo.
Que la lluvia es agua
que salpican las cabelleras
de los ángeles.
Que basta con soplar el pecho
de una mujer, para que nazca
la primavera.

Un insensato habría dicho:
“Cuidado con las ensoñaciones diurnas”
“De hacerle caso, iríamos todos
a la guerra”, agregó un hombre
con monóculo, que pasaba por
esa calle en su coche descapotable.

Hagamos entonces un poema
sobre un pájaro
que no tenga más que un ala.
Y de un hombre
con una sola pierna
que escala catedrales.
Y de una mujer con un seno
que da de comer
a una multitud.

Hagamos olas pequeñas que solas
entren todas en un bolsillo,
y guarden los truenos
en botellas de vino de aguja
y coloquen relámpagos
en frascos de mermelada,
para que los niños del barrio
los pongan al atardecer
encima de los muros.

Un insensato volvió a decir:
“Cuidado con las ensoñaciones diurnas”

“Naturalmente”, dijimos al unísono
al mirarnos con Apollinaire.

 
 
 


 
 
 

UNA CASA LLENA DE HUMO

El mundo es una casa llena de humo.
¿Dónde está tu cielo?
¿Dónde está tu tierra?

En la casa de los locos
todos bailan
todos cantan

¿Cómo podré verte?
¿Cómo podré oírte?

El mundo es una casa llena de humo
una jungla
una jaula dorada prendida fuego.

Nadie se atreve.
Todo es peligroso.
Te matarán.
Te matarán siempre.

Todo es ruido, barullo, confusión
y sólo
tan sólo
se habla en titulares.
¿Cómo podré verte?
¿Cómo podré oírte?

En la casa de los locos
todos bailan
todos cantan

¿Dónde está tu cielo?
¿Dónde está tu tierra?

¿Oriente u Occidente?
alguien pregunta.

Yo solo me quedo
de este lado del cielo,
cociendo el barro
regando el día.

En la casa de los locos
todos bailan
todos cantan.

 
 
 


 
 
 

PLEGARIA

No hay altar que pueda
con todo el dolor de la tierra.
Cómo harás, Padre amado, para
glorificar tantos siglos de odio
y devastación. Por dónde
empezarás a tirar de esa cuerda
mohosa y sucia
húmeda y maloliente.
No puedo ver con claridad
esa hermosura a la que aspiro
y me rindo ante el misterio.
Me inclino y bebo.
Tiemblo como tantos.
Y vuelvo cada noche a preguntarte,
Padre amado, cómo harás,
por dónde empezarás a sacar
del interminable silencio
siglos enteros de humanidad
asidos uno a uno a esa
inmensa cuerda que llevas
atada a tu cintura.
Mientras tanto
guardo en un relicario,
las cenizas todavía humeantes
de los últimos muertos de la tierra.
 
 
 
 
Jorge Palma. (Montevideo, Uruguay, 1961). Poeta, narrador, periodista cultural y divulgador. Ha publicado once libros de poesía. Entre el viento y la sombra, 1989. El Olvido, 1990. La Vía Láctea, 2006. Diarios del cielo, 2006. Lugar de las utopías, 2007. La voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas, 2018. El testamento de las mariposas, 2020. Papeles invisibles a la luz de la luna, 2022. Entonces noviembre, 2022. Sólo vine a mostrarte como late el corazón de un pájaro, 2023. En el nombre del Padre, 2023. Narrativa: Paraísos artificiales, 1990 (cuentos). Accésit Premio Pilar Fernández Labrador, 2022. Salamanca. España por el libro Papeles Invisibles a la luz de la luna, y III Premio Rey David de poesía Bíblica Iberoamericana, 2023, Salamanca, España, por el libro En el nombre del Padre. Su poesía ha sido publicada en varias revistas latinoamericanas y de otros países del mundo. Letralia (Venezuela). UNAM (México). Akzente (Alemania). Wasafiri (Inglaterra). Fue coordinador para Uruguay de la revista Caravansary (Colombia). Actualmente se desempeña como curador de la revista Santa Rabia (Perú). Su poesía está traducida al inglés, francés, italiano, árabe, rumano, macedonio, húngaro, griego y alemán. Ha participado en diversos festivales internacionales de poesía como los de La Habana (Cuba). Struga Poetry Evenings (Macedonia). Granada (Nicaragua). África Poetry (Durban/Sudafrica). Trois-Rivieres (Canada). Ciudad de los anillos (Santa Cruz de la Sierra/Bolivia). Wine & Poetry, Colchagua (Chile). II Coloquio Latinoamericano de Literatura. Universidad Nacional de Tumbes (Perú). II Feria Internacional del libro de Tegucigalpa (Honduras). XXVI Encuentro de poetas Iberoamericanos, Salamanca (España). IX Festival Internacional de poesía de Shanghai (China).
 
 
 
 
Con autorización del autor
 
 
 
 
fotografía: Robert Yabeck
 
 

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