Crónicas budistas. Blanca Strepponi. Selección de poemas

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“Crónicas budistas”, de Blanca Strepponi

I

Fui intoxicada durante los largos años previos a la guerra
buscaba inútil refugio para mi mente

Cuando abría la ventana
ráfagas de odio llegaban con el aire
los ríos se desbordaban
y el barro inundaba las calles
ruinas y desconfianza
ira y vergüenza
resentimiento e indiferencia
temor y dolor

Los amigos se dieron las espaldas
con palabras como puntas de flechas

Quise ser budista
pero no pude

 

 

 

III
Noticias

Escucho entrecortada la voz de mi amiga
a 5.098 km de distancia

Dice que está bien
que la vida continúa
con interrupciones imprevistas

Que a veces encuentra lo que necesita
y muchas veces no

Dice que desplazarse no siempre es posible

Hay que tomarlo con calma
Dice que la niebla todo lo cubre

 

 

X

El calor extremo se ha llevado todo

Ya no hay electricidad
el silencio es completo
salvo el suave llanto de un recién nacido
que llega hasta mí desde algún edificio

así sin distracciones comienzo a leer
la historia cruel del hermoso caballo que robaron
en mi otra patria
para matarlo y vender su carne

También otros caballos robados
sufrieron ese destino innoble
Sus nombres tocaron el corazón de mi amigo el poeta
cuyas palabras comprendí de inmediato:

mi otra patria es el país con forma de mancha de sangre

 

 

 

Hemos conocido a alguien
casi sin pensar
casi sin prestar atención
apenas registramos algún detalle

Pero después la vida trae otras cosas
pequeñas ramas que van a dar a la orilla:

canta mantras con su voz extraña
como de otro tiempo
luego su cabello negro y liso
se hace familiar
y finalmente
un sentimiento de hermandad nos une

Un día anuncian:
ella regresa a su país lejanísimo

Y decimos adiós,
tal vez en otra vida

 

 

EL JARDÍN DEL TEMPLO

Es verano y ha llovido durante días enteros
la hierba está altísima
plantas, flores, árboles, frutos
parecen crecer minuto a minuto

Tal vez se sienten libres
pues no hay humanos
en estos días de vacaciones
salvo cuando llego por las tardes
para alimentar al gato del templo

Hoy encuentro que un arbusto ha extendido sus ramas
hacia el sendero reservado a las personas
como diciendo: esto ya no es vuestro

La higuera está cargada de frutas
y son tantos los pájaros que llegan a alimentarse

Las pequeñas cotorras bulliciosas e incluso un colibrí
de asombrosa y diminuta belleza

Cuando llego se escucha un poderoso aleteo
son los pájaros que abandonan el jardín de mala gana

También cientos de abejas y avispas han tomado parte del jardín
Esto ha sucedido en apenas unos días

He comprendido la lección de la naturaleza
Hoy somos pocos reunidos en el templo
Afuera se desata una tormenta
el sonido de la lluvia acompaña nuestras reverencias

Agradecemos todo
También la lluvia que lava las calles
limpia el aire
y calma la furia

 

 

 

 

Blanca Strepponi. (Buenos Aires, 1952). Escritora y editora venezolana. Ha publicado: Poemas visibles (1988), Diario de John Roberton (1990), El jardín del verdugo (1992), Las vacas (1995). También,  Balada de la revelación (2004), Birmanos (teatro, 1991), El médico chino (narrativa, 1999)  y Fabuloso y Ricota (cuento ilustrado, 2001). Cofundadora y miembro del Comité Editor del Fondo Editorial Pequeña Venecia en Venezuela, creadora y gerente editorial de Los Libros de El Nacional. Su obra ha merecido los siguientes premios literarios: Premio de Dramaturgia de la Bienal Ramos Sucre, Premio de Poesía Casa de la Cultura de Maracay y el Premio de Narrativa Alfredo Armas Alfonzo. Actualmente reside en la ciudad de Buenos Aires.

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