Cierta manera de la luz sobre el cuerpo. Aleyda Quevedo Rojas

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AL FINAL DEL VIENTRE

La noche ha dado la señal
Los animales de tu cuerpo
están sobre mí
inquietos por empezar
Se vuelven en mi contra
y al final del vientre
construyen un anillo de fuego
que estalla
como todos los fuegos.

de La actitud del fuego

 
 
 


 
 
 

EDITH PIAF

La mujer
convierte
su voz
en agua
Suficiente
para salvarnos
a todas
del fuego.

de Algunas rosas verdes
 
 
 


 
 
 

ELLA – LA OTRA – LA MISMA

Sola ante el peligro
no quieres salvarte
prefieres pensar
que hacer el amor
es un don de este mundo

Un hombre al que casi no conoces
te desviste
y más nunca
la tierra fue tan bondadosa.

de Algunas rosas verdes
 
 
 


 
 
 

EL AMOR ES UN EXTRAÑO CULTO

Como un oficio sagrado
recojo las piedras de tu cuerpo
para echarlas al destino
sin saber
que no hay
tú ni yo
en la batalla de babel
donde los cuerpos
son aguijones candentes
que se hunden
hasta las más íntimas emociones
multiplicándonos
en fósforos y partículas
que mueven el paraíso
Amarse, gruta
de falsos paraísos
devorando nuestro tiempo
Amor provisional
atravesado por balas
de la tarde,
sobresalto del deseo

Oficio sagrado
ese del desamor.

de Huesos de pescado
 
 
 


 
 
 

LA COCINA

Celda
de los más finos olores
espacio que guarda
lágrimas favoritas
para ellos y nosotras
Retiro caliente
donde las esclavas
experimentan venenos y manjares
Burdel encantado
en el que se conjuga el pan
con sabias mentiras
Trinchera del asombro
arrebatada a las brujas
Antiguo territorio
que fortalece el pacto
entre ellas y los astros.

de Huesos de pescado
 
 
 


 
 
 

MAPA OCULTO

Esta soy yo
Ojos inasibles
Corazón sin lugar

Mi cuerpo pequeño
vendado con telas pintadas
La cabeza
doble herida que supura piedad

Pobre de mí
acompañada de mangostas
viajando por la extensión inmensa del Kalahari
aferrada a la tristeza natural del mundo

La tierra árida
es una variación del dolor

Areniscas antiguas
insensibles a las plegarias y al sufrimiento

Mi corazón oculto
sequedad que inflama
este lugar salado

de Espacio vacío
 
 
 


 
 
 

NATURALEZA

Y es de imaginar
que todo crece por dentro
como si una semilla volviera
a reventar en pleno desierto
y el sexo recuperara
su imagen de fruto luminoso.

de Espacio vacío
 
 
 


 
 
 

SI ESTOY ESTÁ

Mi esposo con sus manos tibias
baña mi cuerpo dolorido
con raíces y hojas de menta

Mientras duermo me mira respirar

Si me alejo
entre las violetas
él me sigue
si estoy está conmigo

Es madero en alta mar
al que me abrazo con amor.

de Soy mi cuerpo

 
 
 


 
 
 

TATUAJES

Se ama desde las cicatrices
o desde el frío

Mapas de amor contenido
latiendo en el espacio

Aullidos de piel
dibujos pintados
en un campo de batalla
que es tu mente
y a partir de ahí
es corazón tallado

Noble tatuaje
simulando el mar

Desde entonces
me turban los escotes
que dejan ver
el espectáculo de la piel
rayada por el dolor.

de Soy mi cuerpo

 
 
 


 
 
 

CONSEGUIR TU AMOR

demanda demasiado esfuerzo.
Las puras ganas de saber cómo acariciarías
mi cuerpo y sus sinuosidades
me trajeron hasta el abismal laberinto que eres.
Es una cuestión de fe quedarme contigo.
Intento soportar el cansancio,
la fatiga de que me niegues,
no me nombres y no sueñes a mi lado.
Últimamente me he vuelto haragana
para las cosas del amor a las que voy
con más curiosidad que fe.

de La otra la misma de dios
 
 
 


 
 
 

MI MADRE ME REGALA

la maceta de arcilla que guarda
una ensimismada hortensia.
Tal vez broten de un rosado fuerte,
aunque quizá, también, podrían salir
de un azul cobalto puro.
No importa el color que domine a la hortensia,
su concentración te ayudará
a librarte del miedo,
en esta época oscura.
Me dice, sosegada mi madre.

de La otra la misma de dios
 
 
 


 
 
 

Escasa humedad,
poca luz sin nutrientes.
Y las flores grandes,
tan grandes al final del invierno,
tapizando el camino hasta el final del túnel.

de Jardín de dagas

 
 
 


 
 
 

El amor y su exigencia.
Esa llama que me quemó, arrastró y hundió.
Ni navajas, ni besos, ni cuerpos.
Ni el aleteo de la fe en forma de religión.
Ni el palpitante viento con sus dilemas.
Nada me sostuvo hasta llegar a este momento.
Solo tú, poesía, haces que valga la pena
seguir a la intemperie de la vida,
en el reluciente filo de la navaja.

de Jardín de dagas
 
 
 


 
 
 

BRAZADA

Curtida la piel, gastados los ojos, aprendí a bucear desnuda
entre corales y piedras cortantes. Brazada abriendo el lenguaje:
mantener el codo más alto que el brazo, las imágenes más brillantes
son música.

de Ejercicios en aguas profundas
 
 
 


 
 
 

OLIVOS

La noche viene de un país mediterráneo. Con su vestido
flotante dice su decir…Verde esmeralda, azul cobalto, negro, negrísimo,
plateado intenso. Tonos imposibles de definir sobre las
ramas del olivo. La noche viene de un país mediterráneo y con
viento propio vuela sobre mi cabeza. Me perfuma, me despeina,
me tumba sobre la tierra sembrada de olivares. La noche viene con
dos cuerpos brillantes, uno es el mío, me reconozco claramente
entre hueso y corazón, el otro, es de él, estoy casi segura que es él…
El cuerpo verde aceituna que deseo. Su piel lisa masajeada por el
aceite de las olivas, más verdes del imposible. Flotando sobre los
dos cuerpos, imposible definir el tono de la noche mediterránea.

de Ejercicios en aguas profundas
 
 
 
 

Los poemas están tomados de Cierta manera de la luz sobre el cuerpo. Poesía reunida 1989-2016. Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2017
 
 
 
Aleyda Quevedo Rojas. (Quito, Ecuador, 1972). Poeta, periodista, ensayista literaria, curadora artística y gestora cultural. Ha publicado en poesía: Cambio en los climas del corazón (1989), La actitud del fuego (1994), Algunas rosas verdes (1996 y 2017), Espacio vacío (2001 y 2008), Soy mi cuerpo (2006 y 2016), Dos encendidos (2008 y 2010), La otra, la misma de Dios (2011 y 2020), Jardín de dagas (2014 y 2015), Ejercicios en aguas profundas (2017) y las antologías que reúnen parte de su poesía bajo los títulos: Música oscura (Andalucía, 2004), Amanecer de fiebre ( Guayaquil, 2011) y El cielo de mi cuerpo (La Habana, 2014). En 2017, la Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó su poesía reunida en 554 páginas bajo el título de Cierta manera de la luz sobre el cuerpo que reúne nueve libros de poesía. En abril de 2020, la Casa de la Cultura Ecuatoriana liberó dicha antología en formato digital, se encuentra disponible en: https://cutt.ly/uyeRiAQ . Ha sido merecedora del Premio de Poesía “Jorge Carrera Andrade” en 1996 con su libro: Algunas rosas verdes; en 2016 y en 2017, presidió el jurado de este importante premio nacional. Ha representado a su país en los más importantes encuentros, ferias del libro y festivales internacionales de escritores en Canadá, España, México, Argentina, Colombia, Nicaragua, Puerto Rico, Perú, República Dominicana, Venezuela, Francia, Cuba, Chile, Uruguay y Brasil. Ha sido curadora, editora y coordinadora editorial de las antologías literarias: 13 poetas ecuatorianos nacidos en los 70 (Venezuela, 2008 , Mordiendo el frío y otros poemas de Edwin Madrid (Ecuador, 2011; Cuba, 2011). Su poesía está incluida en Hacer el amor (humor) es difícil pero se aprende de Fernando Iwasaki Cuba, 2014, La música y el cuerpo de Eduardo Chirinos Ecuador, 2015 entre otras. Curadora del libro de ensayos sobre la obra poética y narrativa de César Dávila Andrade, publicada en 2018 con motivo del centenario de nacimiento del notable escritor ecuatoriano, titulada: Distante presencia del olvido y del Coloquio Internacional efectuado como tributo a Dávila Andrade y que contó con la participación de 14 escritores internacionales y nacionales. La segunda edición del Coloquio Daviliano (2020) estuvo también bajo su curaduría artística con la participación de 16 poetas de 7 países con lecturas virtuales de poesía junto con el lanzamiento de un ebook con poemas y reflexiones sobre la escritura en tiempos de pandemia. Es coordinadora editorial del sello independiente, especializado en poesía: Ediciones de la Línea Imaginaria que tiene en su catálogo 32 volúmenes. Colabora mensualmente con la revista digital de cultura y literatura www.vallejoandcompany.com. Su poesía ha sido parcialmente traducida al francés, inglés, hebreo, sueco, portugués e italiano. Mantiene un libro inédito de poesía. Dicta talleres de motivación y estímulo a la lectura, y trabaja como consultora de comunicación, educación superior en artes y políticas sociales. Desarrolla una amplia agenda como asesora, curadora y promotora cultural.
 
 
 
Los poemas se publican con autorización de la autora.
 
 
 

fotografía: Eduardo Guerra Hernández
 
 
 

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#AleydaQuevedoRojas#PoesíaEcuatoriana#PoesíaHispanoamericana

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