Reseña de la antología: En la desnudez de la luz. Leonardo Rivas

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Pareciera que siempre se publican antologías (actualmente, con las alternativas digitales, mucho más), porque así como faltan libros por leer, también nos faltan autores por descubrir. Entonces, una buena antología ha de ser aquella que nos presente una selección (ideada con fines didácticos, académicos, históricos o arbitrarios) donde cualquier lector interesado pueda (re)descubrir la obra de un autor o autora; esa sería la mejor suerte para un libro donde prima la calidad, sobre la cantidad (muchos autores en pocas páginas presentan una muestra distintiva de su obra). Así como un editor debe ser, en primera instancia, un gran lector; una virtud valiosa en todo antólogo será una capacidad de lectura aguda, ya que su tarea consiste en: jerarquizar, organizar y presentarle a otro potencial lector, lo que él considera una muestra vital de todo lo escrito por una serie de escritores o escritoras, nacidos en determinado año, bajo el signo de una época.

El libro, En la desnudez de la luz es una antología digital editada por LP5 Editora, la cual pertenece a su colección: Poesía para descargar. LP5 es una editorial venezolana independiente dirigida por Gladys Mendía (quien también funge de antóloga en esta ocasión) con sede en Santiago de Chile. El prólogo es autoría de Carmen Virginia Carrillo (crítica venezolana), dicho libro cuenta con la siguiente selección de poetas, en orden de aparición: Carmen Verde Arocha, Eleonora Requena, Carmen Leonor Ferro, Wafi Salih, Sonia Chocrón, Geraldine Gutiérrez-Wienken, Kira Kariakin, Claudia Sierich, Jacqueline Goldberg, María Antonieta Flores, Victoria Benarroch, Belén Ojeda, Patricia Guzmán, Yoyiana Ahumada Licea y Gina Saraceni.

Esta antología procura agrupar a varias poetas venezolanas nacidas en la década de 1960, presentándonos a una generación llena de escritoras destacadas, donde cada una de ellas cuenta con una trayectoria probada. en la literatura venezolana. Unas de ellas destacan como académicas: Gina Saraceni; otras se desenvuelven como editoras, como: Carmen Verde, Geraldine Gutiérrez y Jacqueline Goldberg. Estamos ante voces femeninas que cuentan con obras publicadas dentro y fuera del país, además de ser traducidas y leídas en otros idiomas.

El número de poemas varía de una a otra, además de que la mayoría de los textos son parte de libros anteriores a la publicación de la antología. La selección de Mendía propone un recorrido por poéticas que se diferencian unas de otras, donde pueden coincidir temas pero nunca formas, porque lo que enriquece a una generación es la diversidad de estilos que puede residir en esas voces, en estas escritoras. Uno de los hilos que podrían rastrearse en esta antología sería el esbozado por Carrillo, al decirnos: “La exploración del mundo onírico, del cuerpo femenino, de la memoria personal y familiar, se articulan a partir de una carga simbólica que aspira a la trascendencia.” (p. 6). Sí, en el prólogo Carrillo logra distinguir y diferenciar a cada poeta en sus temas y constantes, al menos en los poemas presentes en la selección. Otras líneas que ayudan a tener una bitácora de lectura, son: “La extranjería, el bilingüismo y la transculturalidad constituyen núcleos semánticos fundamentales, que a su vez tejen tramas dialógicas con consideraciones sobre el ser.” (p. 10).

La antología tiene 214 páginas, un poco más densa de lo esperado, pero aún así, la sucesión de poemas no se hace tediosa, ya que los contrastes son indudables entre cada poeta; a medida que se avanza en la lectura, aparecen algunos textos inéditos (de Sonia Chocrón, Kira Kariakin, Claudia Sierich, Jacqueline Goldberg, María Antonieta Flores, Patricia Guzmán y Yoyiana Ahumada). Lo cual termina siendo una grata sorpresa, ya que gracias a estos textos se pueden entrever líneas nuevas en cada poética, revelaciones que funcionan como premios para el lector que reconoce y sigue a determinada poeta.

Gracias a esta antología pude conocer la obra de poetas que desconocía, como: Victoria Benarroch, Belén Ojeda y Yoyiana Ahumada Licea; por ese simple hecho esta antología cumple su cometido de difundir y dar a conocer a diferentes generaciones de lectores, la obra de una serie de poetas que han sabido permanecer en el tiempo de la lengua escrita. Quiero detenerme a revisar los poemas de esas tres poetas que no había leído antes.

Comienzo con Victoria Benarroch, quien ha publicado dos poemarios hasta la fecha: Entretejido (Editorial Eclepsidra, 2007), La memoria de los trenes (Editorial Eclepsidra, 2015) y Mi libro de vida. Un espacio para cada historia” (Ediciones Grupo Tei, 2018). Los poemas presentados en la antología de LP5 comienzan con una selección de su primer poemario, en ellos, la voz poética nos habla a través de fragmentos breves en los que reina la abstracción del espacio. También habla sobre la familia, uno de estos poemas es dedicado a su abuelo, lo que nos lleva hacia una remembranza de lo sentimental ligado a ese vínculo sanguíneo, la poeta nos dice: “y su piel // en mis dedos / mientras escribo…” y cierra el tributo, diciendo: “su voz // permanece en la mía.” (p. 152). Después vienen los poemas de su segundo poemario, donde la voz poética nos habla desde la movilidad y la condición del exilio a través de los trenes y los andenes, cuando nos dice: “A la orilla y cubierta de noches /agradecì el èxodo / y todos los silencios sembrados / en cada estación…” (p.155). Esta muestra de la poesía de Benarroch nos presenta versos breves, donde los poemas se suceden como fragmentos de experiencias, donde las metáforas se alinean con una sensibilidad ligada al espacio y a la memoria.

Sigo con Belén Ojeda, quien ha publicado traducciones de poetas rusos con diversas editoriales nacionales e internacionales y su obra poética abarca cuatro poemarios: “Días de solsticio” (Pen Club, 1995), “En el ojo de la cabra” (Editorial Diosa Blanca), “Territorios” (La Liebre Libre Editores, 2000) y “Graffiti y otros textos” (Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2002). Los primeros poemas de la muestra nos presentan una voz poética que se transmuta en el paisaje, nos dice: “… Dentro, un manantial baña tu corteza / reciente de abedul.” o en otro poema, al decirnos: “Permaneces en el campanario mientras la plaza abarca / nuestras esquinas.” (p. 163) Y esas construcciones, donde lo percibido por el ser halla eco en lo que lo rodea (entorno urbano o forestal) permeándose en los poemas. Más adelante, leemos: “Antigua costumbre de ser árbol…” (p.164). Y en el que podría ser el poema (verso) más breve de toda la antología: “Un cuerpo de isla nos une a la plegaria” (p. 164). Sin embargo, en los últimos poemas del apartado, aparecen textos singulares, que marcan una disrupción en la línea poética de la brevedad y la interioridad resonante en el espacio; ahora, la voz poética apuesta por un registro más amplio, sale de sí misma y enfoca su verso en otros ámbitos. Aparecen personajes y situaciones que parecen pequeñas narraciones invertidas, instantes desmontados a través del poema, un “desconcierto”. Leemos: “Había desaparecido la música. También el público. Solo había directores”, en otro poema: “Los expertos han determinado que la velocidad ideal para el desarrollo espiritual es el retroceso.” (p. 166). Podemos detallar una evolución que marca la salida del yo hacia otras latitudes expresivas.

Ahora, a manera de cierre revisaré algunos aspectos presentes en la selección de Yoyiana Ahumada, quien aunque solo ha publicado un poemario: “Ojos quebrados” (El Taller Blanco, 2021), cuenta con muchas otras publicaciones en el campo del teatro y el ensayo, además de tener presencia en varias antologías de poesía venezolana. Su apartado está compuesto por una mayoría de textos inéditos y solo algunos de su único poemario publicado, hasta ahora. Los temas varían en cada poema, a veces aparece el amor transmutado, cuando leemos: “Cuerpos sin nombre / inflaman la noche // En los dedos / la ternura al borde.” (p. 187), otras veces es el desarraigo, cuando la voz poética dice: “… mi casa desnuda / sin dones / ni puertas / piel de sol // Implora.” (p. 188). Nos topamos con un poema al padre, acaso elegía donde se evoca lo que distinguía esa figura paternal ante la voz poética, versos hondos y sobrios, leemos: “A veces me pongo su sombrero de huaso / a lo mejor fue un torpe bailarín / un muñeco de cuerda desorientado / su nombre se perdió en una esquela mortuoria.” (p. 189). Entonces, Ahumada transita con seguridad sobre diversos temas, sus versos se arman de metáforas que apunta hacia un sentimiento oscilante, dentro del poema.

Estamos ante una antología valiosa por la constelación de voces cifrada en ella, este tipo de libros son una constante en el catálogo de LP5, ya que han elaborado infinidad de antologías con diferentes líneas temáticas, algunas son: las nacionalidades, nuevas generaciones o temas en común. Esta labor es valiosa, porque una buena antología debe encaminarnos hacia autores desconocidos, hasta ese momento al menos. Puedes descargar esta antología y otras editadas por LP5, aquí:
En la desnudez de la luz

 
 
 
 

Leonardo Javier Rivas Lobo. (Valera, Venezuela, 1995). Estudiante del octavo semestre de Letras, mención lengua y literatura hispanoamericana y venezolana, en la Universidad de Los Andes (U.L.A., Mérida). Es Asistente de Coordinación Editorial, Cronista Cultural y Redactor, en la Comisión Permanente de la nueva etapa de la Revista Actual (Dirección de Cultura, U.L.A., Mérida). Es preparador de las materias de Literatura Venezolana I y II. Es Miembro del grupo literario merideño, “Tinta Negra”. Ganador en modalidad ex aequo de la primera edición del Premio Internacional de Poesía “Bruno Corona Petit” (2021), con su poema: Mérida, 1988. Obtuvo el 2do Lugar en la IV entrega del Concurso Nacional de Joven Poesía “Hugo Fernández Oviol” (2020). Obtuvo el 3er lugar en el I Concurso de Ensayos “Constelaciones”, organizado por el Departamento de Literatura Hispanoamericana y Venezolana (2019). Finalista del 6to Concurso Nacional de Poesía Joven “Rafael Cadenas” (2021). Ganador de una mención honorífica en la V Edición del concurso “Descubriendo Poetas” (2021). Participó en el IV Encuentro de Jóvenes Creadores, edición Mérida (2015) y también participó en las IX Jornadas Estudiantiles de Investigación Literaria, organizadas por el Departamento de Literatura Hispanoamericana y Venezolana (2019). Fue Ponente en las V Jornadas Virtuales/Presenciales de la Latin American Studies Asociation (LASA – Venezuela, 2021). Poeta seleccionado para las antologías: Ant[rop]ología del fuego Vol. II, I Premio Internacional de Poesía Bruno Corona Petit. Antología Poética (Ediciones Palindromus, 2020 y 2021. Santa Ana de Coro, Venezuela), 6º Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (Autores Venezolanos, Banesco Banco Universal, Fundación La Poeteca y Team Poetero, 2021. Caracas, Venezuela) y Poesía del Estero (Bellas Alas, 2021. Santiago del Estero, Argentina.). Cuentos suyos han aparecido en las siguientes revistas: El Narratorio (Argentina, 2019) y Revista Eiruku (Argentina, 2021). Poemas suyos han aparecido en la revista digital, Liberoamérica (Argentina, 2021).
 
 

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