Los pasos del puente. Douglas Gómez Barrueta

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Palo Alto

Cuando escuchan el idioma español
los árboles de Palo Alto recuerdan
que son hijos de inmigrantes.

Las secuoyas milenarias intuyen
que otro día ha vuelto a comenzar.
 
 
 


 
 
 

Hartsfield-Jackson Airport

En las torres de control no hay espacio para contemplar las nubes;
se tiene que hablar con frases cortas,
repetir las instrucciones,
emplear la palabra como usa las manos un cirujano,
mirar los radares como quien escucha a los oráculos.
Mantenerse despierto,
tener una respuesta firme y serena ante las emergencias.

Es casi como escribir un poema,
pero sin los despegues y aterrizajes simultáneos;
sin los pronósticos meteorológicos;
sin ver caer los rayos o calcular la velocidad del viento.

Los mensajes en el altavoz tienen un ritmo que no descifro.
Los pasillos parecen un jardín en varios idiomas.
¿A dónde van esas maletas abandonadas?

Veo la cuarta letra del alfabeto griego y busco en los mapas,
creo que es el sueño el que me hace hallar la palabra Athens,
pero prefiero ver con detenimiento las alas de un pollo frito
y salir del aeropuerto para tratar de mirar al cielo.
 
 
 


 
 
 

Un viaje de ida y vuelta hacia Opelika

Para Read Haughery

Detiene el autobús antes del cruce de la línea férrea,
abre la puerta para comprobar que el tren no está cerca.

Saluda cordialmente a los pasajeros.
Espera con paciencia a los jóvenes que desconocen la alegría de
cumplir el horario acordado.
Son luchadores de algunas de las millones de causas nobles que existen en el mundo,
pero suben
……………………..sin hablarle.

El autobús pasa desapercibido frente a las bibliotecas llenas de ojos que descubren otras épocas.
Las personas con las manos ocupadas en sostener la taza de café humeante tampoco lo ven.
Las heridas se mantienen ocultas, también las medallas ganadas en la guerra a la que fue enviado. El chofer cumple con las pequeñas tareas.
No hay aplausos ni proclamas.
Cuando está a solas, corrige con amabilidad mis errores al hablar inglés,
pero el aprendizaje es otro.
Lejos de la gramática o la pronunciación.

Cuando no está frente al volante, este hombre corta el pan
y lo entrega a sus hermanos.

El autobús repite el viaje de ida y vuelta,
detiene su marcha antes del cruce de la línea férrea,
la puerta está abierta.
 
 
 


 
 
 

Key West

Elizabeth Bishop escribió poemas que todavía aguantan el calor y el tiempo.

Hemingway también tuvo una casa aquí.
Quizás no conoció a ningún viejo cerca del mar.

Cintio Vitier nació en este sitio, pero nunca regresó
y siempre le dijo hueso al hueso
……………………………………cayo al cayo,
…………………………y tuvo que hacer lo que ordenó el César.

No hay tiempo durante esta brisa literaria porque todos estamos apurados
haciendo la fila para tomarnos la foto
en ese lugar golpeado por las olas
donde se marcan las noventa millas.
 
 
 


 
 
 

Futuro Supermarket

Una tumba con vista al mar
oculta entre los árboles que no muestran sus frutos.

La casa construida dando la espalda al cementerio.
Allí viven los críticos literarios:
silenciosos como las aves de corral,
lentos como los caimanes escondidos en el lodazal.

Las lagartijas corren apresuradas
en la misma ruta que antes tomaron los dinosaurios.
 
 
 
 
Douglas Gómez Barrueta (Caracas, Venezuela, 1974). Publicó Talla de agua (Editorial Eclepsidra, Caracas, 2013). Forma parte de las antologías Jamming. 102 poetas (Oscar Todtmann Editores, Caracas, 2014), La floresta interminable. Poetas de Miami (Editorial ArtesMiami, 2019), Escritores salvajes (HyperMedia, 2019). Su manuscrito Los pasos del puente fue una de las obras finalistas del Premio Paz de Poesía 2022, convocado por la Feria del Libro de Miami y The National Poetry Series de Estados Unidos.
 
 
 
 
Con autorización del autor.
 
 
 
 
fotografía: Ana María Carrano
 

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