Welserland. Víctor Manuel Pinto

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BARTHOLOMEUS WELSER

Bartolomé, tu cabeza será nuestra lámpara.

Nos llevarán tus ojos abiertos por el rastro
de sangre hasta la carne chamuscada del indio.
Serás el anatema de un conjuro aborigen,
una totuma de huesos para beber sangre
de gallos negros en los rituales de la guerra.

Cruzaremos Welserland con tus restos al hombro
silbando como el loco que mató a su padre.

Cruzaremos Welserland con tu cabeza hedionda
confesándole asuntos del sexo y el crimen.

Bartolomé, tu cráneo será nuestra canoa.
 
 
 


 
 
 

JUANA DE CASTILLA / 1539

EL ESPANTO

La demente se baña con petróleo,
selva podrida, cachicamo muerto
escurriendo negror venezolano;
llevado en barco, cargado en burro;
gas del pantano, óleo de la piedra.
Quita el reuma, dice, el petróleo es brujo.
Y el pelo se le enrolla como un rabo
que escurre retorcidas aguas negras.

Mi hijo, mi hijo, ¿dónde está mi hijo?

Se mete la mano y no lo encuentra;
se saca pedazos de orquídeas viejas,
cintas y claveles de un entierro.

La demente se echa en la brea;
se pellizca el centro de la areola,
se fuma la colilla del pezón
y las latas del rancho se enrojecen.

Hay sombras que pelean en el rojo.
Hay cuchillos y dientes triangulares:
una mujer que mata a otra mujer
mientras suena el repique del tambor
y el petróleo salpica las paredes.

He metido el trapo en la botella.
He quemado la mecha, humedecida.

 
 
 


 
 
 

DIE KOLONIE

SCHWARZWALD

Venimos de la selva más oscura & hacia montañas negras remontamos.

Tras la imagen de San Martín de Tours se balancean las torpes carretas
donde van a montarse las mujeres que se persignan ante el cementerio.

A través de nubladas autopistas marchamos a poblar tierras incultas.

El loco arlequín del carnaval ha enterrado su traje de colores.
Ahora fuma su blanco cigarrillo cargando una bolsa de basura.

El Rin tiene alambradas de púas.
La Guardia nos requisa las maletas & se adueña de fósforos y velas.
Así la marcha es mucho más umbría.

Un espanto silba entre los abetos &, más allá, en lo nocturno del bosque,
el ladrón abre sus verdes pupilas.

Seguimos los astros enrojecidos como luces traseras de camiones
que nos rozan con su estruendo de polvo.

 
 
 


 
 
 

«CLEMENCE» / CUARENTENA

Navegamos hacia un país en guerra.

Más de cien días de verdes mareas entre vómitos, viruela & suicidios.

Hemos botado los muertos al mar & ha bullido como una sopa de asco.

Los venezolanos nos traicionaron.

Viajamos en containers, como chinos, clamando en una lengua incompresible.

El coronel examina a las vírgenes & se huele los dedos todo el día.

Los venezolanos nos han engañado.

Anoche se comieron un delfín bajo meteoritos lagrimales.

Nuestra patria es una fragata sucia, llena de escamas, ratas & espinas.

Este país realmente nos odia porque llegamos con la peste roja.

Este país realmente nos odia porque izamos la bandera negra.

No saben que venimos de un incendio, que somos las siluetas del terror.

El coronel nos junta en la cubierta & ordena que tapemos nuestras bocas.

Solo entonces nos vimos a los ojos.

Venezuela ha cerrado sus compuertas; nos ha empujado hacia la mar.

Qué malditos. Qué rencor. Qué vergüenza.
 
 
 


 
 
 

HERRERA LUQUE IN DER WÜSTE

Estoy en el muelle de la Puerta de Indias.

Enormes cajas cubiertas con redes transportan botellas de aguardiente
orinadas por cien ratas negras.

Este sueño siempre es turbulento.
He llegado a los blancos sanatorios, donde un rey escribe su nombre con heces
& me traspasa el pecho envejecido, hundiendo su espada con dos manos.

Mi corazón es una luna roja; un entierro de monedas doradas.

Después de comerse sus propias piernas, una familia muere en Guasare.
Ahora caminan con los viajeros; fugitivos de ojos espantados;
amantes que atraviesan el país atraídos por el flujo más dulce;
colosales choferes cocainómanos que tiemblan con baratas felaciones
& tocan sus cornetas a las cruces.

En Nueva Augsburgo la tierra es asesina.

Una casa de barro entre cujíes. Los diablos balando en cuatro patas.
Sal, ruinas, cardonales, alacranes & otra casa a kilómetros de sol.

Las nubes se parecen a la arena, la arena se parece a la vida,
modelada por el viento y su furia.

 
 
 


 
 
 

TIERGARTEN

Dos pemones fornican en Berlín.

El amor deja al hombre en ridículo.

Todo el día fumando ese monte,
bebiendo cachiri entre la niebla del tepuy donde hablas con los muertos
& preguntas si otro me revuelca.

Lo único que miras es el agua, el tiempo; su transparencia nos mengua.

Viejo, abrázame como en Canaima,
cuando tragamos la nívea pastilla que nos dieron turistas europeos.
Esa noche me diste tu diamante & planeamos la huida de las minas.

Si vendemos la piedra nos largamos, nos vamos por el monte, por las trochas,
donde nunca el Sindicato nos encuentre.

Me pediste que no viera a los guardias & contraje la vulva en la alcabala,
pero Makunaima siempre te encuentra.

Se troca en sapo, tropa, alemán.

A Makunaima le gusta lo puro.

Es un sol que calcina a sus hijos,
por eso no conoce los abrazos, por eso nos castiga al separarnos.

 
 
 


 
 
 

Dos pemones fornican en Berlín.

Viejo, hazte masa, kilos, tonelada & aplasta al maldito que nos aleja.

Qué mísera se vuelve la sabana para el estómago inquieto del ansioso
que bebe entre asesinos & rameras donde cortan pescuezos por el oro.

Cráneo ensangrentado del palero,
la tormenta & la muerte es por nosotros. El barro que hunde recién nacidos,
el sucio cementerio de la playa; la misa de los santos sin cabeza.

Los tepuyes son las muelas del diablo.
Los tepuyes son los puños del odio.

Cráneo ensangrentado del palero,
la mano que siega el clavel de guerra, la bala, la urna: es por nosotros.

 
 
 


 
 
 

Dos pemones fornican en Berlín.

Ario Makunaima, yo te escupo.

De noche se emborrachan los prusianos
& bailan con sus botas militares
como aquella noche loca en Canaima.
La noche que nos fuimos de las minas.

También el amor usa arcos & flechas.
La plata & el oro son sus venenos.

De noche se emborrachan los prusianos;
fornican ante mí sobre la grama del viejo jardín de cacería.

Lo único que pasa es el viento erizando el jaspe de la piedra.

¿Por qué acá, Makunaima, si no entienden?

¿Por qué aquí, Makunaima, en el frío?

 
 
 


 
 
 

DER FÜHRER

Mein Führer asesino nunca duerme.
Mira flores rojas en su palacio blandiendo solo su sica peruano,
bebiendo solo su sangre santera.
Der Führer realmente come flores.
Fuma sus capullos secos & piensa al lanzar al aire una morocota
de la olla al final del arcoíris de los partidos ya aniquilados.

(Mein Führer mana leche de sus manos & caen pantaletas en sus botas)
Der Führer es un faro, ¿o un falo?
El líder tiene un halo sangriento, aspira sus rosas y enloquece.
& si llevan su estandarte al revés que se les bote encima el rojo
sobre el oro de sus rubias porno: suck my big and nigger dick!
Mein Führer al arpa como Nerón.
(& caen las mujeres asfixiadas, locas por mostrarle sus tetas gordas)

A mi taita Lope le va a gustar ponerles esa piedra tan pesada.
Quemarles la nalga europlatanera.

Que no vuelva ninguno que no venga de Sorte con su escapulario santo.
Si es amarillo lo acribillo abombándolo de moscas azules.
Que no vuelva ninguno que no venga de Sorte con su escapulario santo.
Si es rojo de mi avión lo arrojo para que sepa caer sin un ángel.
Me sacan tus soles sal de la frente, mi señor, General de Generales.
Dame tu bota para escupirla, dame tu suela para lamerla,
si tan paternal, si tan gigantesco, sodomas los piojos de mis tormentos.
Necesito humillarme, matar mi ego.
 
 
 


 
 
 
Mi señor, capitán de marañones, solo tengo un machete y dos granadas.
Abre el sello de tus bacanales; la orden de izar mi gran bandera negra.
Aguardiente en la copa de oro
& en la olla al final del arcoíris de los partidos ya aniquilados.

Mein Führer ebrio es lo mejor que he visto.
Recitando con los ojos cerrados: suck my big and nigger cock!
Salvaje al arpa como Nerón. Mein Führer es un falo no un faro.

El líder en loto en flor flotando quieto sobre huesos & calaveras.

Indio salvaje abembado Yo sé.

Der Führer realmente come flores, bebiendo solo su sangre santera.

 
 
 


 
 
 

DERNIGGA

Lucas es el negro, el desdichado.

Los tiros de los policías siempre caen sobre él. Siempre condenado
a reconstituirse para volver a morir humillado, cacheteado,
como los negros rapados con máquinas entrando en fila a los penales.

Lucas el complejo de verse sucio.
Culpa de ser negro & blanco de burlas.

Su hediondo plumaje de zamuro. Desfigurado por la escopeta.

Lucas el luto petróleo maldito. Lucas, lo que quiero morir lamiendo.
 
 
 


 
 
 

HUNTING IN TAZMANIA

Soy la sexualidad del Conejo sin glande ni raja para el goce

Me burlo de los machos que se matan levantando desviadas sus quijadas
Me burlo de los machos que se tumban la paja de los hombros con un golpe
Me burlo de los machos que se niegan el placer apretado en sus anos
Me burlo de los machos que se miran como orina expelida en los postes
Me burlo de los hombres que no prueban objetivos la ciencia de su semen

Yo no

Yo beso en la boca al Cazador Yo beso en la boca hasta al Demonio
 
 
 


 
 
 

JAIMITO

TRIBUTO A TILL EULENSPIEGEL

Pasó su vida entre vulgaridades.

Sacaba su miembro en el salón & fue el primero en fumar cigarrillos.
Se apretaba el escroto escupiendo entre una risa boba & dientona.

Malamaña, promiscuo & cero uno, se acostumbró a ser una burla.
Siempre castigado mirando un muro.

El tiempo lo emboscó en las esquinas.

Tumbaba troncos usando un mecate o hacía los mandados de las viejas.

Bebiendo cañaclara en lo obscuro, en secreto, odiaba el diminutivo.

Ahora cuelgas, Jaime, & nadie ríe.
 
 
 


 
 
 

DER FALL DES REICHES

No hay nadie en los cuarteles brutalistas.

Marcharon con las manos tras la nuca, vigilados por perros & fusiles.
Otros se dispararon en la boca & chorrean como el huevo partido.

Los misiles, plateados como espadas, todavía apuntan a las nubes
de donde proviene la lluvia ácida. Un loco baila & saca su lengua.

El zamuro, en el asta sin bandera, picotea el dedo del anillo.
Edificios cariados por esquirlas; halitosis de pólvora & gasoil.

Todos los puentes están destruidos
& abajo, entre el monte, las cruces conmemoran los saltos al vacío.

De noche el río es verde fluorescente & hay llamas en pipotes de basura;
risas de mujer que luego son gritos. Las cabezas son grises en las picas.

Tanta oscuridad convoca a los astros, brillantes, como el blíster del somnífero.
 
 
 
 
Víctor Manuel Pinto. (Venezuela, 1982). Poeta, editor y profesor universitario. Jefe del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo, donde es director de la revista Poesía, e imparte talleres de teoría y creación poética. Ha publicado los libros: Aldabadas (2005), Mecánica (2006), Aprendiz de la carne (2007), Caravana (2010), Voluntad para no matar (2011), Poemas reunidos 2005 – 2011 (2012), Quieto (2014), Cruz boca abajo (2021) y Welserlad (2021). Ha ganado el Certamen Mayor de las Artes y las Letras del CONAC, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Valencia y el Premio Bienal de Poesía Eduardo Sifontes. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías y traducidos al árabe, alemán, italiano, inglés y portugués.
 
 
 
 
Con autorización del autor.
 
 
 
 
fotografía: cortesía del autor
 

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